🌱 Cultivar como política pública: el relanzamiento del Programa Huerta Urbana Bonaerense

En medio de una crisis económica que golpea el acceso a alimentos frescos y saludables, el gobierno bonaerense relanza el Programa Huerta Urbana Bonaerense. Una propuesta que combina producción agroecológica, organización comunitaria, educación ambiental y derecho a la alimentación. ¿Puede una semilla cambiar una realidad?

Fuente: Foto Diarios Bonarenses

 

Cultivar como acto político alimentario


Una bolsa de lechuga a 1800 pesos, el kilo de tomate superando los 2000, y frutas que desaparecen de la mesa diaria en los sectores populares. Frente a ese escenario, el acceso a una alimentación saludable ya no es sólo una preocupación nutricional: es una cuestión de justicia social. Desde la Provincia de Buenos Aires, el relanzamiento del Programa Huerta Urbana Bonaerense busca dar una respuesta estructural a este problema, sembrando una política que crece desde abajo.

 

Impulsado por el Ministerio de Desarrollo Agrario —a cargo del Dr. Javier Rodríguez—, el programa apunta a garantizar el derecho a una alimentación sana y soberana mediante la producción local y agroecológica de hortalizas. Según la cartilla oficial del programa, una huerta urbana es “el lugar donde se cultivan hortalizas y frutos destinados al consumo familiar” y donde se promueve la “seguridad y la soberanía alimentaria”. Pero no se trata sólo de plantar: se trata de transformar.

 

Agroecología, territorio y saber popular


La propuesta no se limita a repartir semillas. El eje está puesto en fortalecer las prácticas agroecológicas, respetar los ciclos naturales, cultivar según la estación y promover la biodiversidad como valor productivo. “La huerta agroecológica tiene como estrategia primordial el cultivo de hortalizas de estación, respetando los procesos naturales del agroecosistema”, detalla el documento institucional.

 

Este enfoque se articula con el Programa Provincial de Promoción de la Agroecología, vigente desde 2020, y se despliega en barrios, centros comunitarios, escuelas, clubes, cárceles y organizaciones sociales. La meta: que cada rincón urbano tenga un rincón cultivable.

 

El relanzamiento 2025 incluye una plataforma de inscripción abierta (https://mi.mda.gba.gob.ar/huertas/urbanas/formulario) que permite solicitar kits gratuitos para la temporada otoño-invierno, con semillas de habas, arvejas, lechuga, acelga, cebolla, repollo y rabanito. Cada kit viene acompañado de una guía técnica y asesoramiento del equipo agrario.

 
De la tierra a la mesa, sin intermediarios


Según información oficial publicada en el portal del ministerio (https://www.gba.gob.ar/desarrollo_agrario/Noticias/lanzamiento_de_huerta_urbana_bonaerense_2025), ya se entregaron más de 500.000 kits de semillas en toda la provincia. Pero el objetivo no es sólo productivo, sino profundamente político: romper con el modelo de concentración en la producción y distribución de alimentos.

 

“Se trata de una política pública que permite a las familias y a las comunidades organizarse, producir lo que comen y reducir su dependencia del mercado”, afirman desde la Dirección de Producción y Comercialización de la Agricultura Familiar, que coordina el programa. En ese sentido, la huerta urbana no sólo produce lechugas o zanahorias: produce autonomía, comunidad y saber compartido.

 
Huerta y educación: plantar futuro


Una dimensión poco destacada pero clave del programa es su función educativa. Desde el ministerio se fomenta la articulación con escuelas primarias y secundarias, centros de día, clubes y organizaciones barriales. En muchos casos, las huertas son espacios donde los niños y niñas aprenden a sembrar, a esperar los tiempos de la naturaleza, y a valorar el trabajo colectivo.

 

Además, la iniciativa apunta a recuperar saberes ancestrales y populares, muchos de ellos invisibilizados por la agricultura industrial. Saber cuándo sembrar, cómo proteger los cultivos sin agrotóxicos, cómo conservar semillas: eso también es soberanía.

 
Comer bien como derecho, no como privilegio


En un momento en el que más del 40% de los hogares del conurbano bonaerense reduce el consumo de frutas y verduras por razones económicas, la huerta urbana aparece como una estrategia urgente y transformadora. “Fomentar la producción local de alimentos incrementa la disponibilidad y accesibilidad de los mismos”, afirma el documento base del programa. No se trata sólo de cultivar para subsistir, sino de habitar el derecho a una vida digna, donde comer sano no sea un privilegio, sino una posibilidad concreta.

 

 
La semilla como trinchera y abrazo


El relanzamiento del Programa Huerta Urbana Bonaerense no es solo un acto administrativo, sino una declaración de principios: frente a la exclusión alimentaria, se responde con más comunidad, más soberanía y más tierra en manos del pueblo. Porque en cada metro cuadrado cultivado hay una forma distinta de hacer política. Y porque, como dice la sabiduría campesina, quien siembra comunidad, cosecha libertad.

 


Fuente:

 

Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires (2025). Cartilla Huerta Urbana Bonaerense. [PDF].


Ministerio de Desarrollo Agrario. “Lanzamiento del Programa Huerta Urbana Bonaerense 2025”. Disponible en: https://www.gba.gob.ar/desarrollo_agrario/Noticias lanzamiento_de_huerta_urbana_bonaerense_2025


Plataforma oficial de inscripción al programa: https://mi.mda.gba.gob.ar/huertas/urbanas/formulario

 

Dirección de Producción y Comercialización de la Agricultura Familiar – Ministerio de Desarrollo Agrario:
https://www.gba.gob.ar/desarrollo_agrario/direccion_de_produccion_y_comercializacion_de_la_agricultura_familiar/programa_huerta

 

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