Construir una casa en Argentina: entre el costo millonario, la oportunidades de la economia social y la falta de políticas públicas
Construir una vivienda en Argentina se ha convertido en un desafío económico debido al aumento de costos y la falta de acceso al financiamiento para muchos sectores de la sociedad. Mientras que quienes poseen ingresos estables pueden recurrir a créditos hipotecarios, otros grupos con ingresos bajos e inestables dependen de la economía social y solidaria para alcanzar el sueño de la casa propia.
Autor
Editorial
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Foto: Gentiliza de La Urbe y Rosario Ciudad
El costo de construir una casa en Argentina: una inversión millonaria
Construir una vivienda en Argentina se ha convertido en un verdadero desafío económico. En los últimos meses, el costo de edificación ha experimentado un fuerte incremento, y actualmente se estima que levantar una casa de 130 metros cuadrados cuesta alrededor de 128 millones de pesos.
Este valor surge de diversos informes que analizan el precio de materiales, mano de obra y gastos asociados. Según datos recientes de La Voz, Informe Construcción y El Navarrero, el metro cuadrado de construcción ronda los 980 mil pesos, lo que impacta directamente en el presupuesto de quienes desean edificar su hogar.
Factores que influyen en el costo
El precio de la construcción varía en función de varios factores clave:
Materiales: El valor de insumos como cemento, hierro, ladrillos y aberturas ha aumentado significativamente, impulsado por la inflación y la devaluación del peso. Mano de obra: Los costos laborales representan una parte importante del presupuesto, con ajustes salariales periódicos en el sector de la construcción. Servicios e impuestos: Gastos como habilitaciones, conexiones de luz, agua y gas, además de tasas municipales, elevan aún más el costo final de la obra.
¿Es viable construir hoy?
Ante esta realidad, muchas familias buscan alternativas para reducir costos, como la autoconstrucción o el uso de materiales prefabricados. Sin embargo, la inversión sigue siendo considerable, y la inestabilidad económica genera incertidumbre en quienes desean embarcarse en un proyecto de este tipo.
A pesar de todo, la construcción sigue siendo una de las opciones más valoradas para quienes buscan una vivienda propia, aunque el acceso al financiamiento y la estabilidad económica serán determinantes en el futuro del sector.
Oportunidades para los sectores medios: los créditos hipotecarios
En medio de este panorama de costos elevados, el acceso al crédito hipotecario se perfila como una alternativa para los sectores medios que desean construir o comprar una vivienda. En los últimos meses, diversas entidades bancarias han ampliado su oferta de préstamos, facilitando la financiación para la adquisición de propiedades.
Según un informe de Infobae, en 2025 se espera que los préstamos para viviendas puedan triplicarse, gracias a nuevas condiciones crediticias que favorecen la demanda. Además, un análisis de La Nación y Cronista señala que varios bancos han lanzado líneas de crédito sin tope de financiamiento, aunque con exigencias específicas para los solicitantes.
Actualmente, seis bancos ofrecen préstamos que cubren el 100% del valor de la propiedad, mientras que otras entidades han ajustado sus tasas, impactando en la accesibilidad de los créditos. Un informe reciente de La Nación señala que 11 bancos han aumentado sus tasas de interés en los últimos meses, afectando el costo de financiamiento para los usuarios. Este ajuste implica que quienes accedan a un crédito hipotecario deben contemplar cuotas más elevadas y plazos de pago más prolongados.
Pese a ello, la oferta de crédito hipotecario sigue en crecimiento, lo que permite que más personas puedan acceder a una casa propia sin necesidad de contar con todo el capital de manera inmediata.
Sin embargo, expertos advierten que factores como la inflación y la evolución del dólar podrían condicionar el acceso a estos créditos. Aun así, la reactivación del crédito hipotecario es vista como una oportunidad clave para el sector medio, que hasta ahora encontraba grandes dificultades para acceder a una vivienda.
La economía social y solidaria: una alternativa viable
Para aquellos sectores que no cuentan con ingresos estables o no califican para créditos hipotecarios tradicionales, la economía social y solidaria ofrece una alternativa concreta. En este sentido, la Cooperativa Horizonte se ha posicionado como una opción viable para miles de familias que buscan acceder a una vivienda propia.
La Cooperativa Horizonte, con más de 42 años de trayectoria, ha entregado 19.000 viviendas a través de un sistema basado en la ayuda mutua y la autogestión. Su modelo de financiación es accesible para sectores medios y bajos, ya que no requiere ingresos fijos ni evaluación crediticia tradicional. En lugar de créditos bancarios, Horizonte implementa un sistema de aportes mensuales donde los adherentes, en función de su antigüedad y cumplimiento, acceden a la construcción de sus hogares.
El proceso de adjudicación se basa en el esfuerzo solidario de los socios, permitiéndoles acceder a una vivienda sin necesidad de realizar un pago inicial elevado ni endeudarse con altas tasas de interés. Además, la cooperativa gestiona la construcción de las casas con costos inferiores a los del mercado inmobiliario tradicional, reduciendo significativamente las barreras de acceso a la vivienda propia.
Esta alternativa es una solución para quienes tienen ingresos inestables, trabajadores independientes o familias que, por diversas razones, no pueden acceder a préstamos bancarios. Gracias a este modelo de economía social, más personas pueden cumplir el sueño de la casa propia sin quedar atrapadas en deudas impagables o depender de la volatilidad del sistema financiero.
El rol del Estado y la falta de políticas públicas habitacionales
Para los sectores de bajos o escasos ingresos, el acceso a la vivienda sigue siendo un problema estructural que no puede resolverse solo con iniciativas privadas o cooperativas. Es fundamental el rol del Estado en la generación de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda y el suelo urbano.
En los últimos 40 años la política habitacional en Argentina ha sido insuficiente para resolver el déficit habitacional. Con la llegada del nuevo gobierno de Javier Milei, los planes de construcción de viviendas sociales están en duda, ya que no existen garantías de que se continúe con proyectos previos ni se lancen nuevas iniciativas.
La escasez de políticas públicas impacta directamente en los sectores más vulnerables, que requieren programas de acceso a la tierra, financiamiento accesible y construcción de viviendas sociales. Sin intervención estatal, estos grupos quedan relegados del mercado inmobiliario, sin posibilidades de acceder a una vivienda digna.
En definitiva, aunque construir una casa sigue siendo costoso, las nuevas opciones de financiamiento y las alternativas de la economía social brindan oportunidades viables para distintos sectores de la sociedad. Sin embargo, la ausencia de políticas públicas habitacionales agrava la crisis para quienes tienen menores ingresos. El desafío radica en encontrar el equilibrio entre costos, financiación y un Estado presente para que cada vez más familias puedan acceder a su hogar.
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