🚀 Mutual AMMA: El Desafío de Liderar la Nueva Economía Social- Parte II
Continuamos con la entrevista al referente de la economía social y solidaria cordobés, Miguel Angel Olaviaga. En éste caso profundizamos otros aspectos como cuales son los desafíos del cooperativismo y la economía social en el desarrollo local, destacando experiencias prácticas como la creación de AMMA y la vinculación con actores como mutuales, clubes y el Estado. Miguel Ángel Olaviaga pone en evidencia los logros obtenidos mediante alianzas estratégicas y decisiones audaces, como la compra de productos locales, pero también subraya los desafíos que enfrenta el sector, desde la burocracia estatal hasta la falta de identidad sectorial. Se analiza la relación con el Estado, marcada por promesas no cumplidas y trabas estructurales, y se aboga por un modelo más autónomo, participativo y creativo. En este marco, se resalta la importancia de iniciativas como la celebración del Año Internacional de la Economía Social en 2025, promovida por las Naciones Unidas, como una oportunidad para reivindicar y fortalecer el sector.
Autor
Lic. Luciano Chialvo
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Fuente: Foto Prensa con Opinión
Revista Vértices: Me acuerdo cuando arrancó el súper AMMA, algo que conmovió a la sociedad fue llamar "rondas de negocios" a cooperativas, a pequeñas cooperativas, a las cuales se generaron ciertas instancias de reuniones con público conocimiento. Fueron los periodistas, fueron también personas especializadas...
Miguel Ángel Olaviaga: Y realmente, ¿cuánta importancia tiene que el cooperativismo de alguna manera, y el mutualismo aliado, fortalecen la alianza para defender el desarrollo local y promover la economía regional?
Cinco cosas. Cuando nosotros empezamos transicionalmente con el HiperAMMA, que no teníamos el expertise, lógicamente —y por esa razón creo que el acuerdo fue muy virtuoso con la Cooperativa Obrera—, la verdura se traía del mercado de Córdoba. Es decir, nosotros tenemos un ente mixto acá, el Mercado de Abasto. Se compraba en Córdoba.
La carne, en vez de comprarla a los productores locales de feedlot, de encierre, todo ese tipo de cosas, se traía de un frigorífico. Venía a los tres días, dos días... La verdura que comíamos era de dos o tres días antes. La carne eran los retazos de los saldos exportables que se vendían acá.
Todo eso se fue absolutamente resolviendo. Se compra local. Se incorpora lo local. La repercusión de los eventos: en el mes de mayo se va a celebrar, en la República Argentina, a través de la Federación Argentina Cooperativa de Consumo, con el conocimiento del INAES, con el conocimiento de la FAG y demás, la celebración del Año Internacional de las Cooperativas.
No sé si vos estás al tanto de cómo fue el desarrollo del debate y de la votación en las Naciones Unidas. Las Naciones Unidas, en 2022, tuvo esta cuestión y la repite ahora. Y en realidad el foro resolvió la celebración del Día Internacional de las Cooperativas. Cuando se reúnen los 146 países —creo que esa es la cifra—, los 146 países que se llaman el plenario, esto hace diez días, aparece una intervención muy interesante diciendo:
“¿Por qué el Año Internacional de las Cooperativas y no el Año Internacional de la Economía Social?” Atendiendo a todas estas cuestiones que vos también describís, que conversamos siempre: —¿Por qué no las mutuales? —¿Por qué no las ideas de fin de lucro? —¿Por qué no esto?
Entonces, ¿por qué no se celebra, de alguna manera, el Año Internacional de la Economía Social en vez del Año Internacional de las Cooperativas? Que es un instrumento, primo hermano la 2337, primo hermano la 2321, pero es abarcante. Luego de que se explicitara la extensión del concepto del homenaje, se hace una votación. La votación termina: 145 afirmativos, 1 abstención.
—¿Quién fue? Claro, adiviná quién fue. —Fue Argentina. Entonces, en el esquema de discernimiento, ¿a dónde se llega? Los que dicen que la copa está media vacía o media llena... Unos dicen: —Sí, pero pudo haberse opuesto y no se opuso. Otros dicen: —Tengan en cuenta otra cosa: no está referida a las cooperativas y mutuales. Si hubiera sido solamente cooperativas y mutuales, Argentina vota positivo.
Pero lo que señala la representación argentina es que una cosa es el cooperativismo y el mutualismo, y otra cosa son los movimientos sociales politizados, que detrás de una autodefinición global de economía social se involucran para sostener la teoría de que el Estado es el Estado.
Por lo tanto, hay que ver bien eso. De manera tal que ya se entra en el terreno de la subjetividad. —¿Qué pasó para 145? —Pero se va a celebrar el Año Internacional de Cooperativas, y el acto de la Federación Argentina Cooperativa de Consumo de la República Argentina en el mes de mayo se va a hacer acá, en el local de Villa María Shopping, que es propiedad de una mutual. Y se van a asistir 100 representaciones de distintas entidades que tienen consumo cooperativo y mutual, y se está tratando de que sea sin cargo para las distintas entidades el alojamiento y demás.
Con un centro: poner todo el dispositivo del equipo de fierros que tiene la Cooperativa Obrera para aprender de los centros de compra, de cómo se arma un emprendimiento, y todo eso. Y se va a hacer en ese lugar.
Nosotros le hemos ofrecido, inclusive, aparte de nuestra participación plena, la entrega del bastón de Juan B. Justo, que está acá en nuestra sede con la vitrina que en su momento la Mutual del Hogar Obrero nos había hecho llegar.
Bueno, hay muchas cosas previas. Pero no nos entretengamos con estas discusiones y demás. Lo importante es que nosotros, en Villa María —el lugar donde vino el pionero de la economía social, del cooperativismo— en el año 1910, él fundó en 1905 el Hogar Obrero. En 1910 vino a Villa María y compró una estancia en condominio con Nicolás Repetto, 1042 hectáreas.
Va a estar el espíritu de este hombre ahí. Va a estar el bastón. Va a estar nuestro trabajo. No me estoy refiriendo cuando digo "nuestro" a nuestra entidad: nuestro trabajo regional. La provincia de Córdoba.
Vamos a estar ahí. Creo que va a ser una muy buena oportunidad para mostrarlo. Va a ser una buena oportunidad. No estoy hablando en lo discursivo ni nada de eso. Eso: tenemos que ir. Que haya 100 personas que sepan cómo organizar un almacén de provisión a los socios, una proveeduría.
Que no sabemos. Nosotros ahí hicimos un desafío que nos hubiera costado a nosotros una chispita en la Santa Bárbara del buque... ¡vuela el buque! Porque tomamos crédito, tomamos riesgo. Hicimos nosotros. Incursionamos en un tema para los cuales no estábamos dotados.
Solamente fue la transparencia. Es una cosa que se puede verificar dentro de 100 años. No ha habido ningún tipo comisionario, ni a una inmobiliaria, ni a una consultora. A mí me parece que hay métodos domésticos, locales y demás, que van a mejorar la performance de la gestión. Tenemos que animarnos nosotros a eso. Por eso, cuando yo hablo de PYME, o cuando vos me interrogás sobre la PYME, cito a Proudhon. No del modelo de Joseph Proudhon, del modelo del trueque, la ausencia de moneda. Es hermoso leer Proudhon, es hermoso. Me tocó leerlo y, realmente, el anarquismo filosófico...
Yo estoy haciendo una herejía, yo no soy un lector de Proudhon. Lo he leído por mi carrera, pero es muy interesante leerlo. Después fue destrozado. Terminó muy mal. Es el socialismo de la burguesía. Supuestamente, los chimentos decían que fue infiel, lo encarcelaron, terminó ciego... terminó muy mal.
Y después, cuando llega la etapa plena del materialismo dialéctico, ya aparece eso como un voluntarismo inaplicable. Pero él decía esto que yo estoy señalando: decía que la empresa chica es la única que le va a poner una barrera a la...
Revista Vértices: Algo también importante en la alianza de las mutuales: ¿cómo se ven con los clubes? Los clubes de distintas índoles, deportivas...
Miguel Ángel Olaviaga: ¿Cómo veo esa relación? Mirá, primero hay una concordancia respecto al objeto sin fines de lucro. Después, hay una diferencia respecto al tratamiento jurídico.
El club es una entidad de rango jurisdiccional provincial. La mutual o la cooperativa es de rango nacional, más allá de que firman con las provincias la adhesión a la ley nacional.
Siguiendo con la cuestión de los clubes, ha tenido una degradación palpable, porque los clubes fueron involucrando...
Los clubes sociales, las llamadas bibliotecas, eran lugares de cercanía, de adyacencia, de encuentros sociales. Pero había bibliotecas, había discusiones, había deportes. Y después terminaron con un montón de formalidades, siendo bufet, para ir a tomar la copa, en donde generalmente aparecía un bufetero que, frente a la imposibilidad de que el club marchara, evidentemente se quedaba —por sus derechos adquiridos— casi siempre con la titularidad fáctica del local.
Creo que van apareciendo nuevas formas. Ahora, los clubes —por ejemplo, amateur— están apareciendo... por ejemplo, los clubes comerciales. Se genera deporte, se genera actividad.
Pero yo entiendo que vos me estás preguntando de los clubes tradicionales. Tienen la bondad de que están enraizados en el lugar donde actúan. Y tienen la ventaja de una gran involución.
Por ejemplo, en Villa María no se ha logrado aplicar alianza entre clubes representativos y demás.
Así que todo mi cariño, todo mi afecto a los bailes vecinales, las bibliotecas que tenían los encuentros y todo de los clubes. Pero también, como las mutuales, van a tener que darse un baño de realismo para expresar otra cosa respecto al vecindario.
Revista Vértices: ¿Cómo definiría hoy la relación entre el Estado y el sector de la economía social?
Miguel Ángel Olaviaga: La pregunta es excelente. Nosotros somos partidarios de una economía plural. Pero eso nos obliga a pensar seriamente cuál es nuestra caracterización del Estado. Hay un riesgo permanente: cualquier roce con alguna “realidad imaginaria” puede hacer suponer intenciones que no tenemos.
El Estado, muchas veces, funciona más desde lo declamativo que desde lo ejecutivo. Te sacás fotos con el intendente, participás en reuniones con el gobernador... pero todo queda ahí. No se transforma en política concreta. Nos han condenado casi siempre por lo que decimos, muy pocas veces por lo que hacemos. Sería inteligente evaluar qué podemos hacer.
En lo inmediato, no hay impedimentos formales. Está firmado que Villa María es un municipio cooperativo, con la Universidad y con Gesta. Incluso hay ordenanzas municipales que comprometen al Estado local a trabajar con la economía social en igualdad de condiciones. Pero el discurso no alcanza.
Revista Vértices: ¿Qué impide que se concrete eso que se declara?
Miguel Ángel Olaviaga: Si vos me preguntás por qué la mitad de Villa María no accede a un servicio que cuesta la mitad, está certificado en calidad y lo presta una entidad social, no hay explicación razonable. Frente a monopolios que siguen con exclusividad, las trabas no se modifican. Hay ejemplos: ordenanzas sobre contaminación del aire que no se implementan, centros de abastecimiento de alimentos que podrían ser gestionados en conjunto y no lo son, herramientas que nuestras entidades tienen y no se usan plenamente con el Estado. Ahí está el contraste.
Revista Vértices: ¿Cómo ve la situación a nivel provincial y nacional?
Miguel Ángel Olaviaga: Córdoba tiene una Constitución muy interesante: los artículos 36 al 39 reconocen a las entidades cooperativas y mutuales como formas sociales. Hay un trasfondo constitucional. Pero en lo nacional estamos muy lejos. La mirada es burocrática.
Tenemos 12 entidades funcionando y vamos a colgar cinco de una sola estructura para sortear trabas. Mirá, durante el menemismo había 200 veedores del INAES que presionaban sobre bienes de cooperativas y mutuales. Eso fue un episodio de intervención agresiva del Estado contra el sector. Hoy no está ocurriendo, pero es algo que no se olvida.
Revista Vértices: ¿Y qué pasa ahora, con la posibilidad de disolución del INAES?
Miguel Ángel Olaviaga: Me preocupa más que la eliminación del INAES en sí, la falta de una identidad sectorial. Hemos terminado mimetizados en el Instituto. Un gobierno cambia y nosotros no sabemos cómo ubicarnos. Uno de nuestros principios debería ser la autonomía respecto al Estado, partidos, religiones. Tenemos que fortalecer nuestra autodeterminación como sector.
Aspiramos a incidir con peso en la mesa de decisiones. Si representamos el 10% del PBI, ¿por qué no podemos llegar al 33%? Pero necesitamos dirigencias con mandato, que vayan y vuelvan a rendir cuentas. Si es solo cambio de burocracia, da igual. Necesitamos promoción, no solo control.
Revista Vértices: ¿Cuáles fueron las consecuencias de otras reformas estatales previas?
Miguel Ángel Olaviaga: Cuando la dictadura militar toma el poder en 1976, las dos primeras leyes que modifica son la de contrato de trabajo y la de entidades financieras. Esa ley eliminó todas las cajas de crédito cooperativas. Hoy no hay una sola. Nos sometimos sin reacción. Quedaron las mutuales que prestan créditos, y nosotros los limitamos a lo introspectivo: entidades del grupo que se ayudan entre sí.
Ahora hay rumores de que quieren “descuartizar” el INAES. ¿Qué pasará con las entidades que dependen de su existencia para activar su rol social?
Revista Vértices: ¿Existen referencias internacionales para pensar una mejor legislación?
Miguel Ángel Olaviaga: Sigo lo de España, con las cajas, las muertes de esas experiencias. Pero hay poco consolidado. Lo interesante es que las Naciones Unidas declararon 2025 como el Año Internacional de la Economía Social. Eso es un indicio claro del reconocimiento global. Todos esos países votantes tienen leyes, aunque no siempre aplicadas.
La realidad supera muchas veces la letra. Hoy se discute reducir la jornada laboral, pero en muchos países aún se trabaja en condiciones penosas. Entonces, ¿hasta dónde vamos a llegar? ¿Vamos a actuar según lo que la norma estatal nos permite o vamos a avanzar sobre lo que no está expresamente prohibido?
Revista Vértices: ¿Podés dar un ejemplo de cómo empezaron ustedes?
Miguel Ángel Olaviaga: AMMA, una de nuestras entidades más importantes, surgió en 1981 para recuperar una parte del coseguro de una orden médica. El trabajador de comercio pagaba 100 pesos. Nosotros queríamos que pague 50. Todo lo demás vino después. Pusimos una farmacia, consultorios... porque entendimos que lo que no está prohibido, se puede hacer.
Revista Vértices: ¿Qué condiciones son necesarias para construir este tipo de organización?
Miguel Ángel Olaviaga: Primero, saber qué es la economía social. Segundo, tener conocimientos técnicos y jurídicos. Y tercero, creatividad. Hay que romper con los esquemas burocráticos, tanto internos como estatales. Pensar qué podés mejorar cada mañana. Filosofar sobre el derecho, sobre el sector. Yo vengo del campo sindical, no era un enamorado del mutualismo, pero entendí su capacidad transformadora.
Revista Vértices: ¿Y cómo ve el futuro del sector?
Miguel Ángel Olaviaga: El futuro no va a amanecer diferente de repente. Todo depende de lo que hagamos hoy. Si mañana se reúne el municipio con la economía social y deciden montar seis ferias francas en Villa María, te aseguro que el 70% de los productos locales podrían venderse ahí. Y se beneficiaría a los sectores más vulnerables, como los pequeños productores. Hay que dejar la adolescencia política de esperar “el gran hecho”. El hecho es esto: estar conversando, pensar juntos.
Revista Vértices: ¿Qué le dirías a las próximas generaciones?
Miguel Ángel Olaviaga: Que piensen. Pensar es el primer paso. Luego viene el hábito, del hábito el carácter, y del carácter la personalidad. Sin carácter no hay nada. Nos matan los prejuicios, el ego, la fragilidad ideológica. Hay que examinar nuestras diferencias, nuestras penurias, dejar de entretenernos con slogans.
Revista Vértices: ¿Cómo imaginás la economía social en la Villa María del 2050?
Miguel Ángel Olaviaga: El 2050 será resultado de lo que hagamos en 2025. No me hables del pasado heroico ni del futuro mítico. Pensá en lo que podés hacer hoy. Si no, la historia se repite, pero no como comedia: se vuelve estancamiento.
Eric Pagliarone es mucho más que un panadero del interior cordobés. Es trabajador social de formación, cooperativista por convicción y protagonista activo de múltiples proyectos comunitarios en el Camino Aldao y zonas rurales vecinas. Con una mirada comprometida y una práctica cotidiana que cruza la producción con la dignidad, Eric representa una nueva generación de referentes populares que apuestan a la economía social como horizonte de justicia. Su camino está profundamente atravesado por la militancia de su padre, quien supo sembrar en él —y en tantos otros— las lógicas solidarias de organización colectiva. Inspirado en esas huellas, hoy Eric combina harina y política, hornos y esperanza.
Ceferino Caiola, economista y docente universitario, analiza el impacto de las recientes inundaciones en Bahía Blanca y su repercusión en el consumo y el empleo. Con una trayectoria que incluye el sector bancario, la actividad cooperativa y el comercio agropecuario el jefe de la filial del I.M.F.C. de la ciudad. Advierte sobre la caída del Producto Bruto local y la importancia del cooperativismo en la reconstrucción económica. En diálogo con la revista Vértices, sostiene que "sin solidaridad, no hay futuro".
En diálogo con Revista Vértices, Héctor "El Gringo" Amichetti, Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense, abordó los desafíos del sindicalismo frente al avance neoliberal, la crisis de representación en la CGT y la importancia de una estrategia de confrontación efectiva. También destacó el rol histórico del gremio gráfico y la necesidad de recuperar la planificación estatal para una Argentina soberana teniendo en cuenta las nuevas generaciones.